Jesús enseña el nuevo nacimiento
- Jesús recibió reacciones diversas a su ministerio.
- La gente común lo escuchaba con gusto.
- Vino predicando a los pobres.
- La gente “erudita” no siempre lo recibió.
- Muchos de los principales gobernantes también creyeron en Jesús, pero no lo confesaron por temor a ser expulsados de la sinagoga.
- Marcos 12:37 David mismo lo llama Señor; ¿de dónde, pues, es su hijo? Y la gente común lo escuchaba con gusto.
- Lucas 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a predicar liberación a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.
- Corintios 1:26 Pues consideren, hermanos, su vocación: que no son muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles.
- Juan 12:42-43 Sin embargo, entre los principales gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaron, para no ser expulsados de la sinagoga, pues amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
JESÚS Y NICODEMO
- Nicodemo, un principal entre los judíos, fue a Jesús de noche y le dijo:
- Juan 3:1-3 Había un hombre de los fariseos llamado Nicodemo, un principal entre los judíos. Este fue a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él». 3 Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo que el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios».
- Nicodemo no fue a preguntar; se acercó a Jesús con un cumplido; pero Jesús llevó la conversación a un asunto más importante: ¿cómo puede una persona ver el reino de Dios y entrar en él?
- Es necesario nacer de nuevo
- Jesús dijo que la única manera de ver y entrar en el reino es nacer de nuevo.
- Nicodemo solo podía asociarlo con un nacimiento natural.
- Juan 3:5 Respondió Jesús: «De cierto, de cierto te digo: El que no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios».
- Agua y Espíritu
- Nacer de nuevo consta de dos elementos: agua y Espíritu.
- El agua se refiere al bautismo en agua y el Espíritu al bautismo del Espíritu Santo.
- Agua y Espíritu
- Juan 3:5 Respondió Jesús: «De cierto, de cierto te digo: El que no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios».
La promesa a todos los creyentes
- Jesús fue a Jerusalén para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
- Allí hizo una declaración dramática y muy significativa.
- Juan 7:37-39 En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y clamó, diciendo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva». (Pero esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él; pues aún no se había dado el Espíritu Santo, porque Jesús aún no había sido glorificado).
- Algunas observaciones:
- La promesa es para cualquier persona.
- El factor calificador es que la persona tenga sed.
- Debemos venir a Jesús.
- Para recibir esta promesa hay que creer en Jesús.
- Los ríos de agua viva que fluirán del creyente son el Espíritu (El Espíritu Santo).
- En aquel tiempo aún no había sido dado el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
- Jesús ya ha sido glorificado y se nos ha dado el Espíritu Santo.
- Desde el día de Pentecostés hasta hoy, la promesa ha sido para todos los que creen.
- En aquel tiempo aún no había sido dado el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
- La promesa es para cualquier persona.
- Allí hizo una declaración dramática y muy significativa.

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