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En el sexto día de la Creación, Dios creó a Adán y a Eva. Fueron colocados en el Jardín del Edén para cuidar y atender el jardín y los animales. Ambos eran inocentes. El pecado aún no había entrado en el mundo.

Dios había plantado un maravilloso jardín. Estaba lleno de todo tipo de buenas plantas que producían cosas buenas para comer. También puso dos árboles interesantes en el jardín. Podemos leer sobre esto en Génesis 2:9 donde dice: “Y de la tierra hizo el Señor Dios nacer todo árbol que es agradable a la vista, y bueno para comer; el árbol de la vida también en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.”

También había ríos en el jardín. Génesis 2:10-14: Y un río salía de Edén para regar el jardín; y de allí se separaba y se hacía en cuatro cabezas. El nombre del primero es Pisón: este es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno: hay bdellio y la piedra de ónice. Y el nombre del segundo río es Gihón: este es el que rodea toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hiddekel: este es el que va hacia el este de Asiria. Y el cuarto río es Eufrates.

Dios no dejó a Adán y a Eva sin ninguna regla. En ese momento, solo tenían una regla. Era una regla muy simple pero profunda. Esta regla se encuentra en Génesis 2:16-17. Y el Señor Dios mandó al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer libremente; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás: porque el día que de él comas, ciertamente morirás.

Dios también le dio al hombre libre albedrío. No quería que el hombre fuera como un robot. Quería tener una comunión alegre. Dios le dio al hombre el poder de elegir obedecerlo o elegir la desobediencia.

Comments on: "El Jardín del Edén: Creación de Adán y Eva" (1)

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